¿cuántas veces has hecho “phubbing”?

 

Si tu respuesta ha sido ninguna, me va a costar creerte… si te has quedado con los ojos como platos vamos a contarte en que consiste.

Desde aproximadamente el 2007 con la aparición de los Smartphones también llamados teléfonos inteligentes, la tendencia es estar en cualquier momento y en cualquier situación pendiente de nuestro teléfono, menospreciando incluso a aquellos que nos acompañan.

Nace la tecnología, nace el acto y por supuesto hay que bautizarlo, cuando esta conducta se hace masiva se la empieza a llamar phubbing “término formado a partir de las palabras inglesas phone (teléfono) y snubbing (menospreciar)”

Hemos adquirido hábitos que denotan un cambio significativo en la forma en que nos comunicamos, dejamos de hacer caso al que tenemos en frente para subir fotos de nuestro menú a Facebook o simplemente explicar que estamos con “fulanito de tal “en algún lugar sin ser del todo conscientes de como ignoramos a nuestro/s acompañantes

Estudios recientes indican que el 80% de los jóvenes prefieren el contacto virtual que el cara a cara y que cada vez más es una práctica habitual en comidas, cenas y reuniones.

Si tenemos en cuenta que el 51% de los habitantes de nuestro planeta usa móvil y la generalización de esta conducta, podemos llevarla un paso más allá y relacionarla con la adicción a este dispositivo.

Varoth Chotpitayasunondh y Karen Douglas (2016) realizaron un estudio basado en la conducta de las personas versus su adicción, concluyendo que las personas con poco autocontrol tienen una mayor adicción a internet.

Realmente lo preocupante es cuando empezamos a ver esta conducta como algo normal. Si bien la normalización viene determinada por la aceptación del hecho, unas veces ignoramos y otras somos ignorados, en este caso los autores del “confirmaron esto descubriendo que aquellas personas que ignoraban más y aquellas que solían ser más ignoradas veían estos comportamientos como algo más aceptado socialmente”

Son muchas las personas que intentan del mismo modo crear una conducta contraria, obligando, por ejemplo, a dejar a los asistentes sus móviles en una cesta o impedir que los mismos estén sobre la mesa.

 

¿Y tú? ¿Practicas el phubbing o intentas cada vez más dejar de hacerlo?